Entrevista a Gabriel Ortega, concejal del Ayuntamiento de Móstoles
Daniel Clavero

Gabriel Ortega Sanz es concejal del Ayuntamiento de Móstoles desde el año 2015. Además de liderar la agrupación Más Madrid Ganar-Móstoles, se define como seriéfilo, cinéfilo y amante de la música y el teatro. Se consolidó como segundo teniente de la alcaldía de Móstoles entre los años 2016 y 2019. Mediante un recorrido por autores como Antonio Machado, lemas que siempre le han ayudado en su andadura política o incluso rememorando las palabras de su primer profesor de teatro, Gabriel nos invita a reflexionar sobre todo lo que está sucediendo en nuestro país y nos presenta las diferentes propuestas que pretende llevar a cabo su agrupación para superar la crisis que está dejando tras su paso la Covid-19.
¿Cómo ha sido para Más Madrid- Móstoles trabajar durante la cuarentena?
Como todo el mundo, hemos tenido que adaptarnos a esta situación. Nuestro trabajo tiene una ventaja respecto a otros sectores. Gran parte de la labor tiene que ver con lo administrativo y eso es, más o menos, sencillo de trasladar al teletrabajo. Otra parte tiene mucho que ver con reuniones, encuentros, intercambios de idea, y también se puede realizar en gran medida mediante los medios telemáticos actuales. Estoy satisfecho porque hemos estado muy activos, hemos intercambiado muchas propuestas, tanto con el Gobierno municipal, como con gran parte del tejido social de la ciudad. Es un momento importantísimo en el que las instituciones tienen que estar a la altura de la ciudadanía mostoleña, que ha dado un ejemplo total y absoluto, salvo pequeñas excepciones.
En cuanto al pleno solicitado por Más Madrid para llevar a cabo una desescalada efectiva, ¿qué tipo de medidas se pretenden poner en práctica para lograrlo?
Nuestra principal preocupación es que ahora mismo pongamos todos los recursos de la administración del ayuntamiento. Estamos viendo un aumento considerable de servicios como los sociales y los relacionados con la situación de máxima vulnerabilidad, los que tienen que ver con garantía alimentaria, bolsas de comida y necesidades básicas. Nuestra preocupación es ir a un gran acuerdo de cuentas que permita facilitar a pymes, autónomos, comercio de proximidad y hostelería, tan importante en nuestra ciudad, recuperarse y levantar la persiana por medio de bonificaciones y facilidades en los tributos y tasas.
También, queremos incluir propuestas de empleo para que el ayuntamiento ponga inversión pública para la reactivación económica en sectores estratégicos a medio plazo, rehabilitación energética de edificios o la construcción de nueva vivienda pública, que además tiene un interés social que cubre las necesidades de un montón de gente de nuestra ciudad.
Por eso, nuestro interés tiene más que ver con adaptar los recursos, a la situación concreta que estamos atravesando, que optar por una desescalada para la que hay que contar con la máxima prudencia sanitaria. En la Comunidad de Madrid, tenemos un tercio de los contagios a nivel nacional, tenemos el 80% de la víctimas que han muerto en nuestra región en las residencias de mayores, por tanto, es mejor ir despacio e ir seguro, porque si no la economía no podrá reactivarse con las garantías necesarias.
¿Qué grupos sociales cree que han aumentado su grado de vulnerabilidad como consecuencia de la crisis del Covid-19? ¿Cree que ha tenido lugar un cambio de social en cuanto a los grupos vulnerables y que estos han aumentado?
Primero, creo que tenemos que tener en cuenta de dónde venimos. Venimos de una recuperación por abajo, de los sectores sociales y populares, que es la mayoría social trabajadora de una ciudad como Móstoles, de rentas medias-bajas. Mientras que la Comunidad de Madrid, tiene una renta per cápita media de 33.000 euros al año, la ciudad de Móstoles posé una de 19.000 euros al años.
La recuperación de la crisis de 2008 ha sido muy débil y frágil en muchos sectores de la sociedad. En cuanto ha venido una tormenta fuerte como la crisis ocasionada por la Covid-19, ha dejado ver todos los déficits que tiene el modelo productivo español, que solo se basa en "poner cañas" a países como Alemania o Reino Unido, sin apostar por sectores productivos de transición ecológica.
Además, ya llevamos dos generaciones que solo han conocido crisis, han vivido su juventud en una situación verdaderamente negativa que imposibilita afrontar proyectos vitales como puede ser, formar una familia. Por tanto, creo que hay un gran sector de vulnerabilidad que no podemos permitir que se cronifique, que es la juventud. Es un sector, amplísimamente preparado. Además, sumaría a este sector vulnerable, a los más mayores. La generación que se nos está muriendo, es una generación que tuvo por infancia, la posguerra, y por tanto, no tuvo infancia. Es una generación que con 20 años se fue a servir a las casas de los ricos para poder ganarse la vida y sacar a adelante a familias y ciudades como la nuestra, que crecieron muchísimo en los años 80. Por lo menos, debemos sacar la conclusión de que no podemos salir de esta crisis como salimos de la anterior, que es dejando en la cuneta a millones de personas.
Tras las declaraciones de Mirina Cortés, afirmando que "hay que escuchar a la sociedad en todos sus ámbitos, porque en estos momentos más que nunca es cuando la política debe estar al servicio de los vecinos", ¿cree que se están poniendo todos los esfuerzos necesarios para que esto sea así o que la acción política se está viendo empañada de polémicas y bandos?
Desgraciadamente, no creo que se esté trabajando en la buena dirección. En primer lugar, la actitud que yo he comprobado en persona, por parte de portavoz del Partido Popular, Mirina Cortés, casa muy poco con esas declaraciones. El PP, ahora mismo, está más preocupado por un cortejo de seducción y apareamiento de la ultraderecha, para conseguir sumirla a sus intereses electorales, en vez de conseguir acuerdos que rescaten a la gente. Desgraciadamente, lo que tenemos a un lado es la "cabra de la legión". Al otro lado, el Gobierno municipal ha tomado unas decisiones buenas con actitud dialogante y cooperativa, por ejemplo, con fuerzas políticas como la nuestra. Agradezco y reconozco esta actitud, aunque le falta esa agilidad y eficacia en la toma de decisiones, que están demandado estos momentos. Está siendo algo lento y conservador en la toma de decisiones.
¿Qué crees que debe suceder para terminar con esta polarización política?
Creo mucho en unas palabras de Antonio Machado, que dicen "en España, lo mejor es el pueblo. Los señoritos invocan a la patria y la nombran, para luego venderla, mientras el pueblo se la echa a las espaldas y la salva con su sangre". Esto es lo que está pasando una vez más, como nos demuestra testarudamente la historia. Lo más importante de nuestro país, son enfermeros y enfermeras, doctoras, limpiadores, reponedores, transportistas, trabajadoras y trabajadores del campo. Yo aspiro a que la política y las instituciones estén a la altura, hoy más que nunca hace falta reivindicar algo con lo que nosotros y nosotras llegamos a las instituciones en 2015, que es la nueva política. No sirven las viejas recetas, no estamos en un escenario normal en el que se deba intentar ser ventajista como partido y sacar la cabeza en una carrera de tintes electorales, sin ni siquiera estar en etapa de elecciones. Lo que toca es arrimar el hombro y proponer, nadie tiene que disolver su perfil y ser una cosa distinta de lo que es. Cabe recordar una frase que le escuche a la alcaldesa de Móstoles y que me parece muy buena, que dice "una buena oposición hace mejor a un gobierno" y, desde luego, eso es lo que estamos intentando desde Más Madrid-Ganar Móstoles.
Después de que determinados grupos políticos acusaran al Gobierno de Móstoles de tardar mucho en la reanudación de los plenos y la actividad municipal, ¿cree que la gestión de ayuntamientos o incluso, de grandes territorios, tiene un entramado mucho más complejo del que a simple vista puede ver un ciudadano?
La gestión es compleja y sobre todo, tiene muchos procedimientos que la gran mayoría de la gente desconoce. A veces, permiten que aparezcan los famosos bulos y fake news, aprovechando ese desconocimiento general de los procedimientos administrativos, que son muchos. En un ayuntamiento, desde que quieres hacer algo hasta que la decisión es efectiva, hay una serie de tramitaciones que no existen en la vida normal. Tú quieres ir a comprar pan, bajas y compras pan.
No obstante, sí quiero compartir esa crítica. Hay condiciones para que la vida institucional se estuviera desarrollando de forma más ágil y una vez más, la sociedad va por delante de las instituciones. Ahora mismo, estamos teniendo una entrevista tú y yo, también siendo posible hacerlo en las instituciones y no ha sido posible articularlo en el Ayuntamiento de Móstoles, de forma incomprensible desde nuestro punto de vista. Aún así, creemos que esto tampoco es lo importante, ahora mismo estamos dando una batalla por la vida, por los cuidados y por la reconstrucción social y económica de nuestro país, porque nadie se quede atrás, ya que van a venir meses muy duros. Es muy importante que las instituciones respondan, respalden, acompañes y amparen a la ciudadanía.
¿Cree que la indignación de los ciudadanos por la gestión de la Covid-19 se puede calificar de comprensible?
La indignación siempre es comprensible. Tenemos que tener en cuenta, que vivimos en un país que, durante muchos años, se ha despertado y ha comido y cenado viendo en las grandes televisiones, enormes casos de corrupción con señores y señoras aprovechándose de su posición en cargos públicos para meter la mano en el cajón y ha visto como muchos de estos delitos, quedaban absolutamente impunes. Por tanto, es normal que la gente desconfíe. Hay una frase que yo utilizo mucho en política, que dice "la confianza es buena, el control es mejor".
¿Dónde cree que habría que poner más esfuerzos en el municipio de Móstoles para superar la gran crisis que ha generado este virus?
El Ayuntamiento de Móstoles tiene que poner el cien por cien de sus energías en el papel de dinamizador económico de la ciudad. Tiene la capacidad de poner en marcha proyectos estratégicos que traigan empleo de calidad. Le hemos propuesto en un documento, trabajado colectivamente en la mesa de empleo, recuperar el segundo "Distric Heating" para el barrio Norte-Universidad. Este proyecto, junto con el primero que ya está funcionando, permitiría una reducción del 40% de las emisiones de gases contaminantes de Móstoles a la atmósfera, cumpliríamos el pacto de los alcaldes, es industria verde, que conlleva empleo y actividad económica como valores añadidos. Este proyecto, hizo ganar a nuestro ayuntamiento el Proyecto CLIMA 2017 del Ministerio de Medio Ambiente en el mandato pasado.
También, hemos propuesto una inversión de 1,7 millones De euros en creación de nueva vivienda pública. Además, hemos acordado otras cosas como medio millón de euros para crear la Oficina de Rehabilitación Energética, con líneas de subvención a las comunidades de vecinos para, por ejemplo, la instalación de ascensores, en aquellas casas que vive gente mayor, tienen movilidad reducida y no pueden bajar. O para rehabilitar un edificio para que sea más eficiente energéticamente.
Es decir, apostar por políticas expansionistas de inversión pública para dinamizar la economía y generar empleo, facilidades fiscales, acompañamiento en campañas, líneas de ayuda directa para comercios de proximidad y hostelería, que son dos partes fundamentales del tejido productivo de Móstoles. Hemos también propuesto, para los sectores más vulnerables una reforma exprés de la ordenanza de prestaciones sociales que permite aumentar el tope máximo de las ayudas económicas de emergencia, de 3.500 a 6.000 euros al año, que podrían ser fraccionados en 12 pagos de 500 euros, con lo que haría las veces de ingreso básico de emergencia municipal, que impediría desahucios y que la gente, por haber hecho los deberes bien y quedarse en casa, no pague la factura de la crisis como sucedió en 2008.
Durante estos días surge la polémica dentro de la balanza salud-economía, ¿qué respuesta daría a aquellos enfermos que han atravesado el virus ante una desescalada precipitada y a esos propietarios de negocios locales que llevan con el cierre echado desde el pasado mes de marzo?
Aunque aparentemente no lo parezca, el interés del comerciante que lleva con el cierre echado desde marzo y el de la persona que ha pasado la enfermedad, es el mismo. Salud y economía no son contrarias. Para garantizar la economía, es decir, proveer a las personas de recursos necesarios para poder desarrollar un proyecto de vida en plenitud, es necesario garantizar la salud pública. Si se produce una desescalada poco prudente o precipitada lo que va a suceder es que se va a producir un rebrote y sufrir un segundo confinamiento. Si hay algo peor que un confinamiento, son dos. Sería un daño emocional grande para nuestra sociedad, por tanto, mejor ir poco a poco. En el 15-M teníamos un lema maravilloso, que era "Vamos despacio porque vamos lejos".
También hay que decir que tenemos que cambiar nuestro modelo de vida. La realidad es testarudamente anticapitalista y no es posible el crecimiento económico infinito en un ecosistema de recursos finitos, donde recursos fundamentales en los que se basa la sociedad actual como puede ser, el consumo energético de petróleo, están en franca decadencia, por tanto, esta es una década decisiva. Tenemos un reto que se llama "Agenda 20-30" que marca un buen camino para vivir bien viviendo con menos.
Gabriel, te defines como seriéfilo, cinéfilo e incluso músico. ¿Qué futuro auguras para la cultura que tanto está preocupando a los artistas en esta crisis?
Me acuerdo mucho siempre de mi primer profesor de teatro, que nos decía que teníamos que ser conscientes de que esta profesión era una profesión de bocata de sardinas. Realmente, el profesional del sector cultural es un auténtico batallador. Desgraciadamente, es un sector muy precarizado y poco organizado en la defensa de sus propios derechos y sufre mucho porque en la cultura, especialmente en nuestro país, hay una noción de que no es un trabajo o de que no se debería cobrar por ello.
Desde luego, esta crisis nos ha demostrado que no sé qué hubiera sido de nosotros y nosotras estas semanas sin ponernos nuestra música favorita o sin ver películas y series o leer libros. Para que todo esto sea posible, hay que proteger al sector y a la industria cultural y en nuestro país se hace muy poco. En ese sentido estoy contento porque en nuestra negociación de acuerdos con el gobierno municipal hemos acordado que los recursos económicos para cultura no pueden descender, si no todo lo contrario, al menos mantenerse o si es posible aumentar, porque las compañías y artistas nos van a necesitar.
Tras la gran crisis que estamos sufriendo, ¿cree que la sociedad saldrá reforzada en valores como la empatía y la generosidad o que la memoria colectiva es olvidadiza?
Personalmente, nací en el año 1977, soy de los hijos de la democracia. Tengo mucha fe en la generación siguiente a la mía y la siguiente. Son dos generaciones que solo han recibido menos de lo que se merecen. La gente que tiene 35 años o menos tiene un sistema productivo de país que no está a su altura. Tenemos que acabar de una vez por todas con los salarios indecentes.
Las personas que han estado cuidando de nuestros mayores en las residencias, son personas que no llegan a 1000 euros al mes. Hay que acabar con eso. La sociedad hoy es más consciente que ayer de esto y son perfectamente consciente de la emergencia climática. Tenemos que cambiar nuestro modelo de vida, comiendo alimentos de proximidad, tener otro modelo de movilidad. Hay que dar las gracias a las generaciones que nos antecedieron y trajeron la democracia, pero hoy el 78 se ha quedado analógico en plena era digital. Necesitamos escribir una nueva constitución y refundar nuestro país bajo principios de justicia social y de un principio republicano que es la defensa del derecho a la existencia.